Todo parece indicar que los países del Norte regresarán pronto a una actividad económica progresiva. La situación que enfrentan es de profunda caída del PBI, niveles de desempleo nunca vistos y empresas a punto de cerrar. Para mitigar esto, los países más desarrollados están volcando al mercado ayudas financieras nunca vistas para que el “regreso a la normalidad” demore la menor cantidad de tiempo posible y que los daños al tejido económico y social no sean permanentes.
En nuestro país se espera algo parecido, a escala Uruguay, es decir el Estado va a destinar gran cantidad de dinero y diferentes herramientas para tratar de recuperar la economía. Por un lado se esperan niveles mínimos o negativos de las tasas de interés, a nivel nacional e internacional. Por otro lado, por un tiempo bastante prolongado los bonos del tesoro y las acciones tendrán una volatilidad muy alta por lo cual la compra de inmuebles para renta se convierte en una muy buena opción para los inversores que tienen el dinero, pero no tienen actividad económica y están acostumbrados a colocar dinero para tener ingresos mensuales.
Otro grupo que va a dinamizar el mercado inmobiliario serán las personas que, antes de esta crisis, tenían decidida la compra de un inmueble ya sea pagando contado o con algún crédito. Para estos inversores lo que está sucediendo va a ser atractivo dado que van a poder comprar el mismo inmueble por menos dinero o hacer un upgrade y comprar inmuebles mejores al mismo precio.
El mercado de alquileres va a seguir en los niveles que se encontraba antes porque, si bien quizás va a haber menos personas que tengan capacidad para alquilar, habrá un porcentaje de personas con intención de comprar que dejará de ser sujeto pasible de crédito ya sea por haber perdido su fuente de trabajo, por la fragilidad de su situación laboral o debido a que sus ingresos (calculados en dólares) son un 20% menor por la apreciación del dólar.
Es entonces que estas personas se van a volcar de vuelta al mercado de alquileres, presionando a la oferta, logrando que se mantengan los precios y por consiguiente la renta proyectada.
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